Por Relaciones Públicas Municipalidad de Victoria.

La ciudad de Victoria enfrenta una crisis de calidad del aire que ha alcanzado niveles preocupantes, según los datos recopilados por la estación de monitoreo FAV, ubicada entre las calles Urrutia y 21 de Mayo. El estudio, que abarcó desde agosto de 2022 hasta el 31 de mayo de 2023, revela una serie temporal que refleja un progresivo empeoramiento de la situación atmosférica.

          El primer recuadro del gráfico revela un periodo de finales del invierno de 2022, en el que se registró una leve disminución de la concentración de Material Particulado en la atmósfera hasta principios de noviembre. Sin embargo, a partir de ese momento, el aire contaminado volvió a circular, agravando la problemática. Esta persistencia del Material Particulado se atribuye a la geografía de la región, caracterizada por valles rodeados de cerros, que dificultan la adecuada ventilación y prolongan la presencia de partículas contaminantes.

          En el segundo gráfico, se observa un segundo periodo de respiro que abarca desde fines de noviembre hasta fines de febrero de 2023, durante el cual se cumplió con los estándares establecidos para la cantidad de Material Particulado en el aire. Sin embargo, esta mejoría fue efímera, ya que la ocurrencia de incendios forestales en febrero interrumpió el periodo de respiro antes de la llegada del invierno. Desde entonces y hasta la fecha actual, se ha evidenciado un preocupante aumento en la emisión de Material Particulado, especialmente proveniente de estufas de leña y otros sistemas de combustión doméstica.

       Ante esta problemática, es importante destacar que su resolución no puede recaer exclusivamente en la población. La Universidad de La Frontera (UFRO) y la red comunitaria de calidad del aire han realizado recomendaciones urgentes a las autoridades locales. Se insta a mantener un monitoreo constante de la calidad del aire, ampliar la capacidad de monitoreo a sectores urbanos y comunidades rurales cercanas a plantaciones forestales, con el objetivo de identificar los puntos más afectados y evaluar el impacto en la salud de la población. La generación de un mapa detallado permitirá tomar decisiones más informadas y efectivas.

          Es crucial comprender que esta problemática exige una respuesta conjunta de todos los actores involucrados. Si bien es inevitable enfrentar la contaminación, se debe seguir midiendo e interpretando adecuadamente la información disponible mientras se buscan soluciones a largo plazo.

        Por último, se hace un llamado a la prevención como medida fundamental. Se requiere una restricción más estricta de las quemas de restrojos, así como la implementación de nuevos mecanismos para el tratamiento de residuos agrícolas y podas. Es necesario enfatizar la capacitación de pequeños y medianos productores en la creación de cortafuegos efectivos para evitar la propagación de incendios forestales durante el verano. Pues no se debe desaprovechar los tres meses de respiro de aire en verano, evitando así que el invierno se convierta en un período aún más contaminado, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de toda la comunidad. La situación actual exige una respuesta inmediata y un compromiso conjunto para proteger la calidad del aire en la ciudad de Victoria.