El Parlamentario Mallequino condenó las múltiples acciones violentas y exigió al Gobierno tomar medidas claras, rápidas y contundentes para controlar la situación.

El diputado por el Distrito 22, Juan Carlos Beltrán, repudió la ola de violencia que, entre el martes 9 y el miércoles 10 de mayo, se ha vivido en la provincia de Malleco y que ha dejado, por lo menos, cuatro personas heridas de bala, entre ellos dos carabineros, un chofer de camión y un funcionario de la Municipalidad de Victoria.

“Es inconcebible —aseguró el Parlamentario Mallequino— que pese a todo lo que está pasando en Malleco, no de ahora, sino desde hace mucho tiempo, el Gobierno aún no haya tomado medidas contundentes y efectivas para controlar la situación. Hoy son cuatro padres de familia, los que están convalecientes tras enfrentar cara a cara a la muerte y lo peor es que muchas personas pensarán que tuvieron suerte, pero eso sólo significa que muchos mallequinos ya están normalizando la violencia y eso no se debe permitir. Hay que seguir levantando la voz hasta que el clamor se oiga en Santiago”.

Asimismo se solidarizó con los heridos y las otras víctimas, como los otros dos funcionarios de Victoria que fueron golpeados, el terror que deben haber pasado los trabajadores del aseo, también en Victoria o los camioneros cuyos vehículos pesados recibieron disparos e incluso el agricultor René Urban y el recién electo consejero constitucional, Héctor Urban, quienes también fueron objeto de disparos en su contra.

“Todas estas personas —aseguró el diputado Beltrán— son ciudadanos de esfuerzo, de bien, que hacen su aporte a la sociedad y ahora han debido experimentar esta terrible situación, todo porque, pese a que muchas voces lo han pedido, no se toman las medidas necesarias para reforzar la seguridad en Malleco”.

Finalmente Juan Carlos Beltrán señaló que los ciudadanos de bien en Malleco son mayoría y que por ellos hay que seguir alzando la voz para que, finalmente, las autoridades gubernamentales se decidan a ofrecerles paz, seguridad y tranquilidad a los mallequinos.